Las compras compulsivas son un aberración psicológico que afecta a numerosos consumidores en todo el mundo. Estas compras se caracterizan por ser
impulsivas e irracionales, llevando a las personas a lograr productos o servicios de modo compulsiva, sin una exigencia existente o un descomposición racional
de sus consecuencias. Aunque todos podemos caer en ocasiones en compras impulsivas, en el caso de las compras compulsivas se manejo de un comportamiento
recurrente y difícil de controlar.
Las compras compulsivas pueden estar motivadas por diferentes factores. En primer puesto, las emociones desempeñan un papel importante. Algunas personas
utilizan las compras como una forma de tratar con el estrés, la ansiedad, la depresión u otras emociones negativas. El acto de comprar puede convidar un
alivio temporal y una sensación de viático, actuando como un mecanismo de escape para estas emociones. Sin requisa, esta viático es efímera
y a menudo se convierte en un ciclo autodestructivo, ya que las personas caen en una bucle de compras compulsivas para nutrir ese breve momento de
satisfacción.
Algunos estudios recientes como el desarrollado por GWI, revelaron que tanto la Procreación Z como los millennials son los grupos más propensos a
realizar compras impulsivas. El 23% de los jóvenes de la Procreación Z y el 22% de los millennials admiten dejarse soportar por este tipo de compras.
Estas cifras superan la media genérico de un 20% de consumidores que compran de modo impulsiva. Por otro banda, se observa que la Procreación X y los
“baby boomers” son menos propensos a las compras impulsivas. Solo el 19% de la Procreación X y el 17% de los “baby boomers” compran de forma impulsiva.

Encima de las emociones, la publicidad y el marketing desempeñan un papel importante en el fomento de las compras compulsivas.
Las estrategias publicitarias se diseñan cuidadosamente para despertar deseos y crear una sensación de exigencia en los consumidores. Se utilizan
técnicas persuasivas, como la creación de escasez o la asociación de productos con estilos de vida aspiracionales, para influir en las decisiones de
operación. Los mensajes publicitarios constantes y omnipresentes pueden soportar a las personas a apreciar que necesitan constantemente lograr nuevos
productos, incluso cuando no los necesitan efectivamente.
La logística de las marcas para aprovecharse de las compras impulsivas
Las marcas suelen utilizar estrategias específicas para aprovecharse de las compras impulsivas de los consumidores. Estas estrategias están diseñadas
para estimular el deseo y la aprieto de operación, y se basan en el conocimiento profundo de la psicología del consumidor.
Una de las principales estrategias utilizadas por las marcas es la creación de escasez y la gestación de una sensación de aprieto
Al prohibir la disponibilidad de un producto o promocionarlo como una ofrecimiento por tiempo definido, las marcas crean un sentido de aprieto en los
consumidores. Esta táctica se podio en el principio psicológico de la pérdida, donde los individuos tienden a valorar más aquello que pueden perder en
puesto de lo que pueden aventajar. Al apreciar que se perderán una oportunidad única, los consumidores se sienten impulsados a realizar la operación de forma
inmediata sin pensarlo demasiado.

Otra logística utilizada es la asociación de productos con estilos de vida aspiracionales. Las marcas crean anuncios y campañas publicitarias que
vinculan sus productos con emociones positivas, éxito, contento o belleza. Al presentar el producto como un medio para alcanzar ese estilo de vida
deseado, las marcas apelan a las aspiraciones de los consumidores y generan un deseo de poseer ese producto en particular. Esto puede soportar a compras
impulsivas basadas en la exigencia de cumplir con ciertas expectativas sociales o de autoimagen.
Las marcas utilizan técnicas de marketing sensorial para influir en las decisiones de operación impulsivas.
Los estímulos visuales, auditivos y olfativos en los puntos de traspaso se diseñan cuidadosamente para atraer la atención de los consumidores y estimular
sus sentidos. Los colores brillantes, las melodías pegadizas y los aromas agradables pueden despertar emociones positivas y aumentar la disposición a
comprar de forma impulsiva.
Las estrategias de descuentos y promociones asimismo se utilizan para fomentar las compras impulsivas. Las marcas ofrecen descuentos por tiempo
definido, 2×1, regalos adicionales o programas de recompensas para impulsar la sensación de obtener un beneficio adicional al realizar la operación en ese
momento. Estas ofertas pueden producir una sensación de viático instantánea y animar a los consumidores a tomar decisiones de operación sin
considerar plenamente su exigencia existente o su capacidad económica.
La ética de las estrategias que inducen a las compras impulsivas
La ética de las estrategias de marketing y publicidad que inducen a las compras impulsivas es un tema amplio y debatido. Hay diferentes perspectivas
sobre este asunto, y la evaluación ética puede reconocer de los títulos y principios individuales.
Hay quienes argumentan que estas estrategias son inherentemente problemáticas y poco éticas, ya que se aprovechan de las vulnerabilidades
emocionales y psicológicas de los consumidores.
Consideran que la manipulación de las emociones, la creación de escasez químico y el fomento de la viático instantánea son tácticas que
explotan a los consumidores y les hacen llevar fortuna en productos que no necesitan efectivamente.
Por otro banda, asimismo hay defienden que las estrategias de marketing y publicidad son legítimas y no están necesariamente en conflicto con la
ética, ya que su objetivo principal es promover productos y producir ventas. Argumentan que los consumidores tienen la responsabilidad final de
tomar decisiones informadas y desempeñar control sobre sus compras. Desde esta perspectiva, se considera que la responsabilidad recae principalmente en el
consumidor, y las estrategias de marketing solo ofrecen opciones y oportunidades que los consumidores pueden aceptar o rebotar.
Es importante señalar que las regulaciones y normativas varían según los países y pueden chocar aspectos éticos y legales del marketing y la
publicidad. Por ejemplo, en algunos lugares se prohíben o limitan ciertas prácticas publicitarias consideradas engañosas o manipuladoras.
En última instancia, la evaluación ética de las estrategias de marketing y publicidad que inducen a las compras impulsivas puede ser subjetiva y
reconocer de la consideración de diferentes títulos y principios éticos. Al tomar decisiones de operación, es importante que los consumidores sean
conscientes de las tácticas utilizadas y evalúen críticamente si una operación es efectivamente necesaria o beneficiosa para ellos, evitando caer en
compras impulsivas que puedan tener consecuencias negativas para su bienestar.

Las compras compulsivas asimismo pueden estar relacionadas con la yuxtaposición
Algunas personas experimentan una sensación de júbilo al comprar, similar a la experimentada por las personas que sufren de adicciones a sustancias.
Esta sensación de placer se debe a la libramiento de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor asociado con el sistema de retribución. A medida que las
compras compulsivas se repiten, el cerebro se acostumbra a esta libramiento de dopamina y puede entrar a reconocer de ella, creando un ciclo adictivo
difícil de romper.
Las compras compulsivas pueden tener consecuencias negativas significativas para los consumidores.
En primer puesto, pueden soportar a problemas financieros, ya que las personas gastan más de lo que pueden permitirse, acumulando deudas y generando
estrés financiero. Esta situación puede soportar a un destrucción en la calidad de vida y a dificultades para cubrir micción básicas.
Encima, las compras compulsivas pueden tener un impacto emocional y psicológico. A posteriori de una operación compulsiva, es global que las personas
experimenten sentimientos de delito, remordimiento o vergüenza. Estos sentimientos pueden producir un ciclo de autodesprecio y reanimar la exigencia de
realizar más compras compulsivas para escapar de esas emociones negativas. Esto puede dar puesto a un círculo vicioso difícil de romper.